sábado, abril 3

lo usual

Gustar de la comida vegetariana. Perder toda capacidad analítica. Ser amante de una bruja. Reproducirse cual conejo. No hablar de amores o de sexo. Subirse al tren los días martes. Escuchar sólo música. Ser bueno con los niños.

No perder de vista el mar, el cielo o el bosque. Tomar decisiones con contundencia. Caer en infinitos. Arañar la poesía cada día.

A nadie le importará, pero no vamos a disculparnos por tener un manifiesto.

viernes, abril 2

a.p.

Traje azul y camisa blanca. Uno diría sobriedad. Luego las manchas de vino contarán historias distintas.

Es muy importante saber cuándo quitarse o, mejor, hacerse quitar la corbata. La capacidad para el placer depende de los actos más simples. Por ejemplo, no dejarse embriagar por la abstinencia.

El siguiente paso son los botones. Para entonces ya es claro que el cuello deshilachado es lo de menos. Los cuerpos y los sueños saben ser menos formales.

jueves, abril 1

uno

Sí, este no es más que otro de esos espacios dedicados al tedio de uno. Pero aquí ya no habrá reflexiones sobre el amor o la melancolía, ni oscuras exploraciones personales. Si acaso, se intentará ser breve.

Tal vez se haga alguna recomendación, como ver copular conejos si todavía no lo has hecho, o tener a Ignatius Reilly siempre a mano.

Por lo pronto quiero contar que hoy ha salido el sol. Y que creo haber sido picado por algo parecido a una araña mientras dormía la siesta, en la gónada izquierda.